miércoles, 18 de marzo de 2015


martes, 21 de abril de 2009

"JOHN FORD", THE BOOK


El libro de Bogdanovich "John Ford" (1971, Ed. Fundamentos) puede leerse on line aquí. En glorioso castellano.

(arriba, retrato de senectud de John Ford, por el célebre fotográfo americano Richard Avedon)

lunes, 20 de abril de 2009

"ME LLAMO JOHN FORD, HAGO PELÍCULAS DEL OESTE"


"Es más fácil conseguir que un actor se convierta en vaquero que convertir un vaquero en actor"

"Nunca pensé en lo que hacía en términos de arte, o esto es grande o estremecedor, o cosas por el estilo. Para mí siempre fue un trabajo, que yo disfruté enormemente, y eso es todo"

"No hago películas para hacer obras de arte. Ruedo películas para poder pagar las facturas"

"El ejercicio físico es una bobada; si estás bien no lo necesitas, y si estás mal, no puedes hacerlo"

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Todo lo anterior lo dijo este hombre de aquí arriba, director de más de 60 películas, John Ford. Lo último que dijo antes de morir con 79 años, según algunos testigos, fue: "¿Alguien tiene un cigarro?" Para entonces su salud estaba muy deteriorada por décadas de beber y fumar intensamente, y por las heridas que sufrió durante la batalla de Midway en la II Guerra Mundial, mientras filmaba un documental como encargo propagandístico del ejército americano (Ford sirvió con el grado de comandante). Ford también rodó otro documental del desembarco de Normandía. Años más tarde, el director francés Jean-Luc Godard le preguntó en una entrevista "¿Qué le llevó a Hollywood?". Ford contestó: "Un tren".

No se vayan todavía, aún hay más.

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"-¿Cuáles son sus tres directores favoritos?"

"-John Ford, John Ford y John Ford"
(el director Orson Welles, entrevistado)

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ME LLAMO JOHN FORD, HAGO PELÍCULAS DEL OESTE.
«En los años cincuenta yo era el presidente de la Liga de Directores», dice Joseph L. Mankiewicz, «durante la era de McCarthy, y un sector de la Liga, encabezado por De Mille, trató de hacer obligatorio que todos los miembros firmaran un juramento de lealtad. Cuando empezó la historia yo estaba en Europa, pero en cuanto me lo comunicaron les dije que, como presidente, estaba completamente en contra de esas cosas. Bueno, pues muy pronto empezaron a salir noticias sobre mí en las columnas de chismorreo: '¿No es una pena lo de Joe Mankiewicz? No sabíamos que fuera un rojillo.' Ya sabe que en aquella época una insinuación valía tanto como un dato probado. Empecé a darme cuenta de que me estaba jugando la carrera. Convocaron a una reunión de toda la Liga y vine en avión para estar presente. Asistieron todos los miembros. Fue algo terrible,' el grupo de De Mille pronunció cuatro discursos, la cosa duró cuatro horas.

Me preguntaba yo, y sabía que bastantes más se lo estaban preguntando, lo que opinaría John Ford. Era algo así como el Gran Padre Blanco de la Liga y podía influir sobre la gente. Pero estaba allí sentado sin decir nada, junto al pasillo, con su vieja gorra de béisbol y sus zapatillas. Luego, cuando De Mille dio su gran discurso, hubo un momento de silencio, y Ford levantó la mano. Teníamos un taquígrafo de los tribunales para que lo anotara todo, y todo el mundo tenía que identificarse para que quedara constancia. De modo que Ford se levantó: 'Me llamo John Ford', dijo. 'Hago películas del Oeste'. Hizo un elogio de las películas de De Mille y de De Mille como director: 'No creo que haya nadie en esta sala', dijo, 'que sepa mejor lo que quiere el público estadounidense que Cecil B. De Mille, y desde luego sabe darle lo que quiere'. Luego miró directamente a De Mille, que estaba sentado frente a él. 'Pero no me gustas, C. B.', le dijo, 'y no me gusta lo que has estado diciendo aquí hoy. Propongo que demos a Joe un voto de confianza y luego nos vayamos a casa a dormir un poco.' Y eso fue lo que hicieron.»


Del libro de Peter Bogdanovich "John Ford" (1971).

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Joseph L. Mankiewicz fue otro director de cine muy célebre (EVA AL DESNUDO, EL AMERICANO TRANQUILO, LA HUELLA). Por su parte, Joseph McCarthy, el tipo de aquí a la izquierda, fue, para quien no lo sepa, un senador estadounidense (del Partido Republicano) que dirigió la tristemente célebre "caza de brujas" entre finales de los años cuarenta y comienzos de los años 50 del siglo XX. En plena paranoia anticomunista tras el final de la II Guerra Mundial y el comienzo de la guerra fría, este senador se dedicó a montar subcomisiones oficiales para "descubrir" comunistas o simpatizantes comunistas en EEUU supuestamente infiltrados en el gobierno, el ejército y los medios de comunicación. Se hizo tan famoso por estas prácticas que dio nombre a la intensa persecución anticomunista de aquella época: el macarthismo. Acusó a miembros de la Administración y promovió el uso de comisiones para investigarlos, como el ya creado tiempo atrás Comité de Actividades Antiamericanas. Por este Comité pasaron a declarar también artistas y cineastas, debido al poder de divulgación de ideas que tenían sobre la sociedad. A los llamados a declarar se les preguntaba por sus creencias ideológicas y, atención, también por las creencias de compañeros y amigos suyos. Los que quedaban "marcados" como comunistas o simpatizantes del comunismo pasaban a una lista negra de la industria y no volvían a trabajar. Lo mismo les pasó a aquellos que se negaron a declarar acogiéndose a la Primera y Quinta Enmienda de la Constitución estadounidense -la Primera prohibía establecer por ley una religión oficial, y también prohibía limitar la libertad religiosa, de prensa, de reunión y de expresión; la Quinta protegía el derecho a no declarar contra uno mismo-, pero fueron acusados de desacato, los conocidos como "los 10 de Hollywood". La cosa acabó extendiéndose a unos 300 cineastas. Entre todos esos "marcados" como simpatizantes del comunismo había actores, directores y guionistas. Algunos de ellos sólo pudieron volver a trabajar bajo seudónimo, otros emigraron a Europa; otros no volvieron a trabajar nunca más en el cine. En aquella paranoia hubo de todo, y por supuesto, también soplones. A mediados de la década, McCarthy, demasiado dado a la bebida, cayó en desgracia al meterse a investigar a fondo el ejército y salpicar de sospechas al mismísimo presidente estadounidense (Einsenhower). Asimismo, la evidencia generalizada de que sus prácticas estaban poniendo en peligro la democracia estadounidense condujo a una moción de censura contra él que prosperó en 1954. McCarthy desde entonces fue repudiado por sus compañeros y murió sólo 3 años después a causa de una cirrosis crónica, con 48 años.

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"A LO LARGO DE LOS AÑOS, SU VISIÓN DEL WESTERN SE HA VUELTO PROGRESIVAMENTE MÁS TRISTE Y MELANCÓLICA, COMO EN 'EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE'. ¿ES USTED CONSCIENTE DE ESTE CAMBIO?". Es una pregunta que le hace Peter Bogdanovich a John Ford en el video de aquí abajo, subtitulado en español. Se trata de la entrevista que le hizo el citado Bogdanovich a Ford, dos años antes de su muerte, para un documental de 1971 titulado DIRECTED BY JOHN FORD. Ford lleva un parche de pirata no porque le esté vacilando sino porque por entonces había perdido la vista de un ojo. Atención a sus respuestas.

EL DUKE


Más información para poner en contexto a EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE. Enlazo dos artículos de 2007 con ocasión del centenario ese año del nacimiento de John Wayne, apodado en vida Duke. El "otro" Duke, bastante anterior al de ahora.

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"Se cumplen 100 años del nacimiento del Duke", en El País

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El reconocimiento al talento interpretativo de John Wayne ha tardado y aún hoy en día se hace con reticencias, sin excluir los prejuicios paleopolíticos.

Wayne no es sólo un actor físico sino simplemente un gran actor porque sólo los grandes son capaces de dominar el plano con su mera presencia o dotarle de la fuerza interior del personaje como en inolvidables planos, silencioso y mental, de 'Centauros del desierto' o de 'El Hombre que mató a Liberty Valance', capaz de cambiar de registro sobre personajes similares como lo hace con sus militares de la trilogía fordiana de la Caballería, o en el interior de una película, 'Río Bravo', es descubrir a una actor lleno de registros y talento.


Eduardo Torres-Dulce, en El Mundo
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LOS BUSCADORES


Arriba, uno de los planos más famosos de la historia del cine, el que cerraba CENTAUROS DEL DESIERTO (THE SEARCHERS) en 1956. La mejor película de la historia, según Steven Spielberg. Yo no sé si es la mejor, pero sí es una de las que más veces he visto en mi vida, y a cada nueva revisión se revela más inagotable. Enigmas sin resolver, secretos sugeridos, escenas y planos concretos con una capacidad de abstracción y poesía no superada luego por su director John Ford y, por encima de todo, personajes memorables que escapan a una comprensión fácil debido a su complejidad y contradicciones. Es decir, a su humanidad. Hay veces en que ante determinadas obras artísticas uno tiene la sensación de que todo lo que de verdad importa está contenido en ella, de que el creador ha logrado resumir el mundo en su creación. Para mí THE SEARCHERS (LOS BUSCADORES, menudo título original, qué más se puede decir con tan poco) es uno de esos casos. Del famoso plano final se ha afirmado que cierra toda una etapa del cine, el clásico, e inaugura todo el cine moderno. Para mí es uno de los máximos momentos del séptimo arte, o cómo las imágenes pueden ser capaces de expresar tanto. La puerta del hogar -y de la sociedad- se cierra definitivamente para Ethan, después de que éste haya hecho lo que mejor sabe hacer, lo que la mayoría no es capaz de hacer. El trabajo sucio pero inevitable. Ethan, condenado para siempre a vagar sin hogar, era por supuesto John Wayne, y sin ese actor, sin su mirada, sus andares y su planta, sin su gesto final, ese brazo que sujeta al otro en una única pero definitiva muestra de fragilidad y soledad -el dolor primordial, el crónico, el que no tiene remedio-, Ford no hubiera podido encarnar todo el mundo contenido en esta película. Mi favorita de ambos Johns.

domingo, 19 de abril de 2009

ROSTROS.






Arriba, por orden de aparición:
John Wayne en el mejor papel de su vida (THE SEARCHERS, 1956),
James Stewart en ¡QUÉ BELLO ES VIVIR! (1946, dirigida por Frank Capra),
Vera Miles en su inolvidable papel en THE SEARCHERS,
Lee Marvin en POINT BLACK (A QUEMARROPA 1967, dir. por John Boorman),
y el director de THE SEARCHERS y EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE: John Ford. Hoy reconocido como uno de los mejores directores de toda la historia del cine. Para algunos el mejor.

"¡TAN EXPLOSIVA COMO SUS PERSONAJES!"


Arriba, el trailer que ponían en los cines en 1962, poco antes del estreno de la película. "TAN EXPLOSIVA COMO SUS PERSONAJES, QUE LLEVAN LA FRONTERA DE AMÉRICA DE NUEVO A LA VIDA HEROICA..." "¡Con un GRAN REPARTO, GRANDES ACTUACIONES, en una película sobre LA GRANDEZA DE UN HOMBRE!", son dos slóganes de la época -ingenuos para la nuestra- que aparecen en este trailer.

El realizador de la película, John Ford (1894-1973), era por entonces un director mítico en la industria del cine, un cineasta con grandes éxitos comerciales y artísticos a su espalda,muy reconocido especialmente por sus westerns aunque cultivó otros géneros cinematográficos. Precisamente EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE fue una de las últimas películas del Oeste que filmó Ford, y de ella se ha dicho que cerró toda una etapa del cine americano, la del western clásico, tanto por el tono melancólico y crepuscular de la historia como por su "deconstrucción" melancólica del mito heroico que había sido cultivado previamente en los westerns, incluyendo los del propio Ford. Los dos actores principales de LIBERTY VALANCE, John Wayne y James Stewart, eran por entonces dos estrellas rutilantes de carreras muy dilatadas, y consiguieron dar credibilidad a sus papeles a pesar de que ambos ya peinaban canas (Wayne tenía 54 años, Stewart 53) y encarnaban a personajes bastante más jóvenes que ellos, sobre todo en el caso de James Stewart (Ford pensó en sustituir a Stewart a última hora por otro actor más joven, pero al final prefirió mantenerlo en el papel; a Stewart se le recuerda hoy sobre todo por su actuación en ¡QUÉ BELLO ES VIVIR!, dirigida por Frank Capra, y por sus inolvidables papeles en películas de Alfred Hitchcock como EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO, LA VENTANA INDISCRETA o VERTIGO). Se da el dato curioso de que LIBERTY VALANCE fue la única película en que Wayne y Stewart coincidieron.

Por su parte, el matón brutal de la película, Liberty Valance, estaba encarnado por Lee Marvin, una estrella emergente que alcanzaría el gran éxito poco después ya como protagonista, en películas como DOCE DEL PATÍBULO o A QUEMARROPA. Vera Miles, la actriz principal de LIBERTY VALANCE, era bastante famosa por entonces -se había especializado en papeles de "guapa inteligente y con carácter"- y había brillado especialmente en THE SEARCHERS (1956, en España conocida como CENTAUROS DEL DESIERTO, también protagonizada por John Wayne), otra de las películas míticas de John Ford y para muchos el mejor filme de su carrera. THE SEARCHERS suele aparecer votada en las listas de críticos como el mejor western de la historia; Steven Spielberg la considera incluso la mejor película de toda la historia del cine. Todos los citados salvo Vera Miles (quien también actuó en otro filme muy conocido de Hitchcock, PSICOSIS) están muertos hoy día.

EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE se estrenó en 1962 y fue un éxito comercial instántaneo, 3 millones de dólares (de la época) recaudados solamente en el primer año. En 2001, la célebre Librería del Congreso de Estados Unidos la incluyó en el Registro Nacional de películas por ser "cultural, histórica o estéticamente relevante". Aunque John Ford rodó otras cintas después de esta, con frecuencia se ha dicho que EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE fue su última gran película. Creo que es cierto.

sábado, 18 de abril de 2009

"CUANDO LA LEYENDA SE CONVIERTE EN REALIDAD, IMPRIME LA LEYENDA"














BIENVENIDOS A SHINBONE TOWN.


En este blog podremos comentar y compartir ideas sobre las preguntas jurídicas que os haré en clase en torno a la película EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE (1962, dirigida por John Ford). Podéis escribir en los comentarios de este blog conforme vayan saliendo las cuestiones, o bien subir vuestros textos a la tarea correspondiente en la página de la asignatura virtual.

De momento, eso sí, se pospone la sesión de puesta en común en clase hasta que haya explicado alguna cosa más de teoría sobre la que me gustaría que hablásemos a propósito de la película, concretamente sobre la llamada coacción directa (que veremos en la lección correspondiente, en la llamada coacción administrativa)
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Dos enlaces con información básica:

EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE en la wikipedia

El filme, en la lista de las 100 mejores películas americanas de la historia elaborada por el crítico de cine Jonathan Rosenbaum